Espero que te gusten las croquetas de pollo cremosas tanto como a mí, porque en esta ocasión quiero compartir contigo la receta que me enseñó mi madre para que las prepares y te queden súper jugosas y sabrosas. ¡Es que no hay nada tan rico como unas croquetas caseras!
Las croquetas son una comida ideal para preparar con antelación y freírlas justo antes de servir o llevarlas ya preparadas si vas a comer fuera de casa. Además, a los niños les encantan y así sabes que comerán seguro.
Las croquetas de jamón serrano también están muy ricas y suelo prepararlas muy a menudo.
Ingredientes para croquetas de pollo:
- 150 g de carne de pollo cocida o asada
- 200 ml de nata para cocinar (crema de leche)
- 200 ml de caldo de pollo
- 1 cebolla
- 30 g de harina común
- 30 g de mantequilla
- Pimienta negra molida
- Nuez moscada
- Sal
- Aceite de oliva
- 2 huevos
- Pan rallado
Preparación de croquetas de pollo:
- En primer lugar, en una cacerola al fuego ponemos un chorreón de aceite de oliva y la mantequilla. Cuando la mantequilla esté derretida añadimos la cebolla con un poco de sal y la sofreímos a fuego lento.
- Una vez pochada la cebolla le agregamos la harina y la tostamos un poco para que pierda el sabor a cruda. Como te comenté en mi receta de croquetas de jamón el secreto para que las croquetas queden cremosas es no pasarse con la harina.
- Luego le vertemos el caldo de pollo poco a poco mientras removemos para que no se formen grumos. De igual forma agregamos la nata líquida para cocinar.
- Especiamos la masa con un poco de pimienta negra molida y nuez moscada. Removemos durante unos minutos a fuego bajo para que la masa se cocine y espese. Después, añadimos la carne de pollo previamente cocida o asada y mezclamos bien.
- Ponemos la masa extendida en una bandeja la tapamos con papel film y la dejamos reposar en la nevera hasta el día siguiente.
- Para formar las croquetas cogemos un poco de masa, la pasamos por huevo batido y luego por pan rallado. Si lo deseas puedes darle un doble rebozado volviendo a pasarlas por huevo y pan rallado. En este momento también podrías congelarlas si haces mucha cantidad o deseas freírlas en otra ocasión.
- Por último, las freímos en abundante aceite caliente. Te aconsejo que pongas pocas para que el aceite no pierda temperatura y queden perfectas. Al sacarlas las ponemos en un plato con papel absorbente para retirarles el exceso de aceite.
Bueno, pues ya estarían listas para comer, ya verás que cremosas y que sabor tan rico. Si te gustan mis recetas te animo a suscribirte al blog para no perderte ninguna novedad.